La elección de un buen casco es muy importante, ya que todos no nos protegen igual, los traumatismos en la cabeza son la principal causa de muerte y la lesión más frecuente en accidentes de moto.
Existen tres tipo de cascos:
El integral
Es el aconsejado por los expertos. Se debe llevar ajustado y bien atado. Es de una sola pieza, protege la cabeza y la cara y por tanto los traumatismos faciales y craneales.
El modular
Tiene una pieza abatible, la mentonera, que se puede subir. No se debe circular con él abierto ya que conlleva un riesgo en caso de caída o accidente.
El abierto
Deja la cara al descubierto y por tanto dejando desprotegidas la cara y la barbilla, y hay más posibilidad de impacto de micropartículas en la cara. Suele utilizarse para trayectos cortos y urbanos.
Todos ellos deben estar homologados, deben llevar una etiqueta con la letra E, un número correspondiente al país donde recibe la homologación (9, en caso de España) y la norma europea vigente ECE R 22-05.
Y recordad que son de uso obligatorio, no llevarlo supone, a parte de un alto riesgo de fallecimiento en caso de accidente, una multa de 200€ y la pérdida de 3 puntos en el permiso.
Los fabricantes de cascos suelen situar el período de vida útil de un casco entre 5 y 8 años. Sin embargo, este período se puede ver afectado por diversas situaciones que pueden obligar a reemplazarlo antes de éste período, los cuales son:
- Accidente o caída, aunque a simple vista no parezca dañado, siempre se debe sustituir.
- Golpe brusco, el casco puede verse afectado si se ve cae desde una cierta altura, por ello es necesario una revisión del casco.
- Exposición al calor, es uno de los factores que más influyen a la pérdida de eficacia del casco, se recomienda no exponerlo al sol y, sobre todo, evitar fuentes de calor excesivas como puede ser el tubo de escape de la moto.
- Exposición a combustibles, diluyentes y disolventes, no se deben utilizar este tipo de productos para limpiarlos ya que afectan a su composición, y también se debe evitar guardarlos cerca de éstas sustancias.
En cualquier caso se debe proceder a una revisión regular, tanto interior como exterior del casco para detectar anomalías (fisuras, grietas, golpes o zonas deformadas).
También debemos mantener la visera en buenas condiciones, si está deteriorada e impide una mala visibilidad (como pueden ser rayadas o suciedad) debe limpiarse bien o sustituirla.
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