El airbag o la bolsa de aire
El airbag, que complementa al cinturón, pero jamás lo sustituye, es una bolsa de gas que se hincha inmediatamente frente al conductor y/o pasajeros en caso de choque frontal y, en ocasiones, en otros tipos de impacto.
El airbag sirve principalmente para:
- Absorber parte de la energía cinética del cuerpo, frenando suavemente el movimiento de los pasajeros.
- Para evitar un impacto contra elementos interiores del coche, como son, volante, salpicadero o parabrisas.
- Para reducir el riesgo de heridas producidas por fragmentos de cristal procedentes del parabrisas, sobre todo en cara y ojos.
- Para disminuir el movimiento de la cabeza y, con ello, el riesgo de lesiones cervicales.
El airbag se está convirtiendo en uno de los principales elementos de protección personal para el ocupante del automóvil, este sistema evita aproximadamente el 14% de muertes en conductores y un 11% de daños en pasajeros. Sin embargo, los airbag han provocado, en ocasiones, graves problemas a los ocupantes de los vehículos debido a un uso incorrecto, como por ejemplo no llevar abrochado el cinturón de seguridad.
A este mecanismo también se le denomina SRS (Sistema de Seguridad Suplementario), ya que por sí solo no sirve de mucho en choques lentos y casi nada en choques fuertes. Se remarca así que el airbag sólo puede utilizarse como un complemento de los cinturones de seguridad de tres puntos.
La explicación es que el airbag no cumple su objetivo sin el cinturón debidamente colocado. No puede actuar como un sustituto porque el cinturón es útil y necesario justo cuando se da el choque y el airbag sólo sirve en los últimos instantes cuando el cinturón ya no puede retener el cuerpo por más tiempo.
Tipos de airbag
Existen muchos tipos, pero generalmente el airbag tiene una capacidad de entre 70 y 80 litros en el caso del conductor, y de 130 a 150 en el del pasajero. Este volumen es suficiente para realizar con eficacia los cuatro objetivos para los que está diseñad: evitar el golpe, amortiguar la deceleración, proteger de cristales y limitar el movimiento de la cabeza.
Los tipos de airbag más utilizados son:
- Frontales: situados en el volante frente al conductor, y en el salpicadero frente al acompañante. Protegen la cabeza y el tórax en caso de choque frontal.
- Laterales: situados en el lateral de los asientos o en el guarnecido de las puertas. Protegen sobre todo el tórax en caso de golpe lateral y algunos también la cabeza.
- De techo o cortinilla: situados en los laterales del techo, por encima de las ventanillas. Protegen la cabeza, especialmente en caso de vuelco.
¿Cómo funciona un airbag?
En general, el airbag se dispara cuando los sensores especiales detectan una deceleración muy fuerte. En ese momento se envía una señal eléctrica al sistema del airbag, que provoca una explosión en una carga pirotécnica, y esta hace que se libere un gas que infla la bolsa.
Según el accidente, si es frontal, lateral, por alcance o por vuelco, se inflan de manera selectiva los airbag que sean convenientes y no necesariamente todos a la vez.
La bolsa tarda en despejarse unos tres milisegundos y se despliega a unos 250 km/h (el caso de los airbag europeos).
¿Cuáles son los mayores inconvenientes del airbag?
Aunque no sea un sistema perfecto, está comprobado que sus ventajas son superiores a sus inconvenientes. Muchos de estos inconvenientes están se están solucionando y se pueden dar en mayor o menor medida dependiendo de la antigüedad y del tipo de airbag de que se trate.
Debes tener en cuenta:
- La colocación:
Debes colocarte a una distancia correcta, la ideal es a unos 25 centímetros del volante, nunca debe ser inferior a 10 centímetros, así evitarás un impacto directo y fuerte de la bolsa contra la cara. - Gafas:
En el caso de que las lleves, puedes sufrir algún tipo de lesión ya que se pueden romper contra el airbag. Aunque se dan pocos casos debido a que las gafas saldrían disparadas en los primeros instantes del choque. - En algunos casos el airbag puede producir rozaduras en la cara, que por lo general no suelen significar ningún problema importante.
- Si estás realizando una conducta imprudente, como beber de una botella, puede haber un grave riesgo de sufrir heridas.
- El airbag del acompañante es incompatible con las sillitas infantiles que se sitúan en la parte delantera y en sentido inverso a la marcha. La explosión del airbag lanzaría la sillita del niño hacia las plazas traseras con grave riesgo de lesiones.
- El airbag, debido a algún problema, puede no activarse con el golpe y hacerlo después cuando se esté efectuando el rescate a las víctimas, lo que puede suponer un grave riesgo. Por ello, antes de rescatar a los heridos es recomendable quitar los bornes de la batería y esperar unos minutos, así la energía que se encuentra en la centralita del airbag se descargaría por completo y no habría riesgo de explosión.
Con el paso del tiempo, como tantos otros, se ha convertido en un importante elemento de seguridad.
Existen dos tipos diferentes de reposacabezas, los activos y los pasivos. Los activos se acoplan a la cabeza de manera automática, por lo que muchos especialistas los denominan también reposacabezas inteligentes, siendo más efectivos en caso de accidente.
En un accidente tipo alcance trasero, si el reposacabezas no está bien colocado, las vértebras cervicales pueden quedar dañadas debido al latigazo cervical, que implica un fuerte movimiento de vaivén del cuello y que puede llegar a producir graves lesiones o incluso la muerte a los ocupantes. Además de ser importante en este tipo de siniestros, el reposacabezas también es importante en impactos frontales y laterales.
Efecto látigo
El efecto látigo se produce a velocidades superiores a 10 km/h, es algo muy frecuente. Las lesiones que puede producir el latigazo cervical, entre otras muchas, son: rigidez y dolor de cuello, pequeñas hemorragias internas, hernias discales, rotura de ligamentos, problemas neurológicos graves, tetraplejias, etc.
Aunque el latigazo cervical suele ser mayor en las plazas delanteras, en las traseras también se produce con mucha violencia, por lo que el reposacabezas debe utilizarse también en ellas, especialmente si van personas mayores que por sus problemas musculares u óseos tengan posibilidades de sufrir lesiones más graves.
Un reposacabezas cumple su misión si detiene el movimiento de la cabeza sin causar daño. Para ello debe estar a la altura idónea con el fin de cortar cuanto antes el arco que describe el movimiento de la cabeza hacia atrás.
La posición correcta es la siguiente:
· Altura: el borde superior debe estar entre el borde superior de tu cabeza y la altura de tus ojos.
· Distancia: la separación entre cabeza y reposacabezas no debe ser superior a 4 cm.
· Distancia: la separación entre cabeza y reposacabezas no debe ser superior a 4 cm.
EL CASCO
Los vehículos de dos ruedas sufren más accidentes y de mayor gravedad. Esto es debido a que ante un impacto o caída de una motocicleta, ciclomotor o bicicleta, el cuerpo del conductor sufre todos los daños. La cabeza es la parte más frágil y la que padece lesiones de mayor gravedad, el 80% de los fallecidos en vehículos de dos ruedas lo fueron por golpes en la cabeza.
El casco es el mejor elemento de protección para motoristas, tanto para el conductor como para el acompañante, protege el órgano más importante y complejo: el cerebro.
Por ello siempre que subas a una moto hazlo con el casco puesto.
¿Qué beneficios tiene usar el casco?
El uso del casco reporta enorme beneficios en caso de accidente. Aunque todavía hay personas que no lo usan por estética, les despeina o les resulta incómodo.
El casco en caso de accidente tiene enormes ventajas para la seguridad, entre ellas destacan:
- Evita golpes directos en la cabeza con el pavimento, con otros vehículos o con elementos contundentes, lo que muchas veces resulta directamente mortal.
- Evita que penetren en la cabeza objetos extraños como piedras, hierros, objetos cortantes, etc., especialmente si llevas la visera bajada.
- Absorbe parte de la energía del impacto y la distribuye por toda la estructura, evitando que se concentre con fuerza en una parte concreta de la cabeza, lo que podría resultar mortal.
- Evita la abrasión que sufría la cara y la cabeza, en caso de no llevarlo, al arratrarse por el pavimento.
Gracias a estas ventajas, según las estadísticas, el casco reduce a la mitad la probabilidad de sufrir lesiones en la cabeza y, de tres a nueve veces, que éstas sean mortales.
¿De qué partes se compone un casco y qué funciones cumplen?
- Carcasa externa:
Es la parte más rígida. Su objetivo es proporcionar una superficie externa fuerte y dura para absorber toda la fuerza del impacto, distribuirla por toda el área del casco y evitar que penetren objetos externos. Los materiales son los termoplásticos, la fibra de vidrio, la fibra de carbono y el policarbonato. - Carcasa interna:
Es la capa de relleno de espuma rígida que amortigua el impacto y reduce el movimiento del cerebro dentro del cráneo. Esta capa suele ser de poliestireno expandido EPS (poliexpan o corcho blanco) no se recupera tras un impacto, o de EPP (espuma de polipropileno) suele recuperarse tras un impacto. - Acolchado:
Es una espuma esponjosa que ofrece comodidad y ajuste, pero no sirve para reducir el impacto. Esta capa debe presionar sobre los pómulos ya que se va deformando con el uso. - Visera:
Está hecha de plástico transparente, protege la cara y sobre todo los ojos, para que no se introduzca ningún objeto pequeño en ellos y te deje sin visión. También se recomienda las pantallas antivaho, que disponen de una segunda visera para una mayor seguridad. Deben llevar orificios de entrada y salida de aire para evitar la formación de vaho y para refrigerar la cabeza. - Correas:
Sirven para ajustar y atar a la barbilla el casco para que así no salga despedido en caso de accidente, golpe o caída. Estas correas no tienen porque romperse si el casco está homologado, pero con el tiempo la correa o la hebilla pueden que se encuentren en mal estado o se rompan, si es así, se deben sustituir. Si llevas el casco sin abrochar saldrá despedido de tu cabeza en caso de impacto por lo que no cumplirá su función de protección.
¿Cómo actúa un casco?
La función básica del casco es absorber una gran parte de la energía cuando se produce un fuerte golpe. De ello se encargan las carcasas interna y externa.
La velocidad durante el impacto, la dureza de la superficie de impacto, el ajuste y diseño del casco y las características individuales determinarán el grado y severidad de lesión en el cerebro. Lo fundamental en el diseño del casco es el uso del relleno para absorber la energía y la distribución de la fuerza del impacto.
Cuando te golpeas la cabeza, las fuerzas violentas de la aceleración se concentran sobre el cerebro y pueden dar lugar a deformaciones a través del tejido fino del cerebro, el principal objetivo del casco es minimizar esa distorsión. La brutalidad de algunos golpes es tal que incluso aunque no haya fractura de cráneo se puede producir una lesión funcional en el cerebro, como trastornos o déficits de memoria.
Cosas a tener en cuenta a la hora de comprarte un casco
No debes menospreciar la calidad, debes ser consciente de que este elemento de seguridad protegerá una parte fundamental y muy sensible de tu cuerpo como es la cabeza. Por ello, debes buscar calidad cuando lo compres, y llévalo siempre puesto y bien abrochado cuando circules.
La elección entre los diversos modelos dependerá del tipo de trayecto que hagas habitualmente y de las circunstancias de la conducción.
Un casco abierto es más cómodo y más fresco en verano, pero deja la cara expuesta a los golpes y algunos modelos no protegen adecuadamente la nuca. Además, la mayoría no ofrecen protección para los ojos, algo también muy importante para un conductor.
Para circular por carretera es más recomendable el uso de un modelo integral de calidad, que protege la barbilla, la parte inferior de la cara y la mandíbula.
El material con el que está fabricado puede ser de fibra de vidrio, preferibles a los de resina termoplástica o policarbonato, porque protegen mucho más en caso de impacto, aunque son ligeramente más pesados. Es muy importante tener en cuenta que los cascos de policarbonato caducan a los dos años de su fabricación, por lo tanto pasado ese tiempo hay que cambiarlos porque pierden sus propiedades y dejan de ser seguros.
A la hora de elegir el color, es preferible que sea de colores claros o brillantes para que los demás usuarios de la vía puedan verte, un casco debe ser visible tanto de día como de noche. No debes pintarlos después de comprarlo, ni poner adhesivos ya que los materiales del casco pueden perder sus propiedades.
Siempre debe estar homologado
Cuando un casco está homologado significa que es seguro porque ha superado pruebas relacionadas con algunos de los elementos siguientes:
- Las dimensiones generales.
- La visión periférica (hacia los lados).
- La absorción de impactos.
- La resistencia a la penetración de objetos.
- La deformación lateral y frontal.
- La resistencia del sistema de sujeción.
- El envejecimiento de los materiales.
Si un casco no está homologado, su estructura, resistencia, materiales, etc., no han sido ocmprobados ante impactos y, por tanto, se desconoce su capacidad para absorber energía y su eficacia para salvarte la vida. Los cascos deben estar homologados según la norma europea ECE22 y deben llevar cosida en su interior la etiqueta de homologación (para España es la E9).
¿Cuál es la talla de casco adecuada?
Debes tener en cuenta:
- Debe rodear tu cabeza con una cinta métrica por encima de las cejas y del borde superior de las orejas. La medida, en centímetros, se corresponde con la talla del casco. Por ejemplo, 54 cm equivalen a una talla 54.
- Con el casco puesto, debes moverlo con las manos de un lado a otro. Al hacerlo debes sentir que tu piel se mueve con el casco, pero, si por lo contrario, el casco baila es porque la talla es demasiado grande.
- En caso de duda entre dos tallas, elige la que te quede más ajustada, ya que el almohadillo interior suele ceder un poco con el uso, el sudor o el paso del tiempo.
¿Cuándo debo cambiar mi casco por uno nuevo?
Si el casco recibe un golpe, tras un accidente o simplemente al caerse al suelo desde una altura superior a 1.5 metros, puede sufrir daños en su estructura sin que se noten externamente.
Si te sucede esto debes cambiarlo ya que no te protegerá adecuadamente.
Si tuvieras dudas sobre el estado del casco, puedes ponerte en contacto con un experto o con el fabricante para que comprueben los daños. También es muy importante que no compres un casco de segunda mano, ya que no sabes si ha pasado por algún accidente o si tiene algún daño oculto que limite sus funciones.
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