domingo, 12 de abril de 2015

DESHIDRATACIÓN AL VOLANTE

Un conductor deshidratado comete los mismos errores que un conductor que ha ingerido alcohol, así lo ha demostrado un estudio publicado en la revista Physiology and Behavior. 

El estudio realizado por la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, llevaron a cabo una serie de pruebas con un simulador de conducción durante dos horas. Se dividió a un grupo de conductores en dos grupos , en la máquina se imitaba un trayecto monótono en el que había que adelantar a coches que iban a muy poca velocidad, subir pendientes, tomar algunas curvas y viajar por interminables rectas. Al primer grupo se les permitía beber agua pero al segundo no, y los resultados constataron que el primer grupo, que si bebía agua, cometían la mitad de fallos, que el segundo grupo que no bebía agua, los primeros cometieron 47 fallos y los segundos 101 fallos. Los fallos considerados eran acciones como frenar  tarde, no mantener la distancia de seguridad o posar las líneas de la carretera. Y además, los que estaban deshidratados cometían más fallos al final del trayecto que al principio, por lo que el cansancio producido por la falta de líquidos iba en aumento peligrosamente. 

El profesor Ron Maughan, profesor emérito del Deporte y el Ejercicio de Nutrición de la Universidad de Loughborough, que condujo el estudio afirmó "Que todos rechazamos beber y conducir, pero no solemos pensar en los efectos de otras cosas que también afectan nuestras habilidades de conducción, y una de ellas es la deshidratación. No beber agua afecta a nuestra mente (tiempo de reacción, atención, concentración, pensar y alteración de nuestro estado de ánimo), presión arterial (causando mareos, confusión o letargia) y muscular (no obtener una buena respuesta, por ejemplo a la hora de dar un volantazo por emergencia).

Todas estas situaciones negativas no solo ocurren cuando estamos totalmente deshidratados, suele llegar cuando perdemos el 2% de nuestra agua corporal, sino también notaremos los efectos adversos cuando perdamos tan solo la mitad.

No hay duda de que la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas aumentan el riesgo de accidentes, pero este estudio destaca un peligro no reconocido y sugieren que los conductores sean alertados a asegurarse de que están bien hidratados. Beber lo suficiente antes y durante el viaje.

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