Cuando llueve debes estar más atento de lo normal a la carretera. Se producen más accidentes por alcance, además de situaciones extremadamente peligrosas como el aquaplaning.
Revisa periódicamente el estado de los neumáticos y las presiones que recomienda el fabricante del vehículo para evitar este tipo de situaciones. Una presión insuficiente aumenta significativamente el riesgo de aquaplaning.
¿Qué es el aquaplaning?
El aquaplaning se produce cuando el agua situada entre el neumático y la superficie de la carretera no puede ser desplazada, es decir, cuando un coche pasa tan deprisa por una superficie con agua que sus neumáticos comienzan a flotar. Cuando esto pasa, el neumático pierde el contacto con el suelo y su poder de tracción por lo que el coche podría no responder a los giros del volante, a los frenos, e incluso al acelerador, se pierde el control del vehículo.
La mejor forma de evitarlo es moderando la velocidad cuando la carretera está mojada.
¿Cómo se reconoce?
Reconocer la situación de aquaplaning es muy sencillo. Lo primero que percibes es la sensación de flotabilidad del eje delantero como si condujeras sobre hielo y costará muy poco girar el volante. Y lo segundo que percibes es la pérdida de la dirección.
Normalmente un aquaplaning producido al pisar una balsa de agua que hay sobre la carretera dura de uno a tres segundos hasta que el coche sobrepasa la balsa o disminuye la velocidad lo suficiente.
Para que no nos coja desprevenidos debes ir atento a la carretera y analizando el agarre cuando está lloviendo para estar preparado si encuentras una balsa de agua que no puedes evitar.
¿Qué hacer?
- Si pisas una balsa de agua y sientes el aquaplaning mientras circulas por una recta no hagas nada con el volante, mantén la misma trayectoria que tenías, sólo debes soltar el acelerador para dejar que el coche disminuya la velocidad hasta recuperar el control.
- Si te ocurre en plena curva debes levantar suavemente el pedal del acelerador, y sujetar el volante manteniendo la trazada inicial aunque recibas la sensación de que te sales de la curva.
- Si te ocurre en curva de una carretera ancha, por ejemplo en una autopista, es aconsejable deshacer un poco el giro del volante como si quisiéramos abrir la trayectoria, esto nos permitirá recuperar antes el control del vehículo.
- Si te ocurre en curvas de carreteras anchas donde no hay posibilidad de hacer trayectorias abiertas, mantendremos el volante en la misma posición durante el aquaplaning que antes de él.
Si tenemos sospechas de que en un tramo de carretera podemos encontrarnos con un aquaplaning, lo más efectivo es reducir la velocidad.
Recuerda que nunca debes frenar en plena situación de aquaplaning. Piensa que cuando la rueda recupere el contacto con el asfalto, estará bloqueada y podrás perder fácilmente el control del vehículo. Lo mejor es que moderes la velocidad en condiciones de lluvia y conduzcas de forma muy suave, evitando frenazos y cambios de dirección bruscos.
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